Nuestra identidad, nuestro yo, se va forjando desde
el período más primitivo (en el útero materno), hasta todas las situaciones y
relaciones que conforman nuestra realidad actual. Cada una de las etapas
evolutivas y la manera en que cada persona las vive, van creando los mecanismos
de nuestro carácter, que definirán la forma en la que nos desenvolvemos.
Las ETAPAS más importantes las divido en:
- Embarazo y parto: el tipo de embarazo, la relación con la madre y su entorno y el parto, influyen y mucho, en el desarrollo posterior del niño.
- Crianza: los primeros meses serán clave para la formación de la personalidad. Aquí, tendrá mucho que ver el tipo de apego que exista entre los padres y el bebé. La lactancia, ayudará a crear ese vínculo y a que el niño pueda empezar a sentirse más “seguro” y protegido en este mundo.
- Infancia: en esta fase el niño empieza a darse a conocer al mundo, con lo que además de las relaciones parentales, también será importante el contexto social en el que viva a la hora de empezar a crearse una identidad propia.
- Adolescencia: tiempo de cambios internos, cuestionamientos y necesidad de autoafirmación.
- Vida adulta: última fase en la que el carácter y la personalidad ya están definidos, pero donde las preocupaciones empiezan a surgir pudiendo desestabilizar el equilibrio interno afianzado durante los años anteriores.