Cuando vemos alguna
competición deportiva, casi siempre escuchamos frases como: “les falta tensión, están dormidos, juegan
nerviosos …”; están hablando del punto
de activación del deportista.
Como vemos en la imagen, para
conseguir un rendimiento óptimo es importante tener una activación moderada, ya
que por un lado la baja activación o “exceso de relajación” supondrá no tener
la intensidad y concentración necesaria y por otro lado, la sobreactivación
puede llevar a tomar malas decisiones.
En este último artículo de “entrena
tu mente”, te ofrezco unas llaves
para aumentar tu activación y otras para reducirla, de manera que puedas controlar
tu punto de activación y mantener el estado óptimo de rendimiento.
A) SALGO DEMASIADO ACTIVADO
- Repasa objetivos: saber que se espera de ti y tener claro tus
responsabilidades liberará tu cabeza de continuos pensamientos y te dará
tranquilidad. Repasa mentalmente una vez antes de la competición y ¡a jugar!
- Oriéntate
hacia el éxito: enfoca tus pensamientos hacia cómo disfrutarías si ese día
consiguieras tener éxito, en lugar de pensar en las posibles consecuencias de
un fracaso. Enfócate en lo bueno y evita pensar en lo malo.
- Créate una rutina de competición: piensa en lo que te gusta hacer
antes de la competición y repítelo de forma sistemática.
- Respira: tómate tu tiempo y encuentra un espacio adecuado para
respirar hondo, relajarte, y concentrarte sólo en el aquí y el ahora.
- Acepta tu estado emocional: permítete sentirte nervioso o alterado,
evita ocultarlo o auto convencerte. Aceptar tus emociones provocará que seas
consciente de ellas y puedas poner soluciones para que no te influyan
negativamente.
- Presiona
el “botón de pause”: durante la competición, si te vuelves a sentir
excesivamente activado, párate y reflexiona que situación te ha generado esta
activación. Reflexiona sobre su importancia, piensa en tu objetivo y date un
momento para respirar.
B) SALGO DEMASIADO RELAJADO
- Encuentra tus motivadores: recuerda mentalmente los motivos por los
que estás ahí y hasta dónde te has propuesto llegar. Hoy es otro escalón más.
- Créate tus propios retos: en lugar de conformarte, encuentra en
cada momento o competición una oportunidad para exigirte, superarte y seguir
creciendo hacia el éxito. Siempre hay motivos para encontrar nuevos retos.
- Rutina pre-partido: escucha música que te motive, créate y recuerda
esa frase que te de todavía más energía.
- Estrategias psico-corporales: controla la postura corporal, es el
momento de estar con la cabeza alta y el pecho fuera. Empieza a mover la sangre
de tu cuerpo y a activarte físicamente con pequeños movimientos, saltos cortos,
skipping…
- Contágiate de tu equipo: si el equipo está sin activación, prueba a
ser tú quien los “despierte”, si por el contrario, están enchufados, contágiate
de ese estado. El grito final antes de salir es el último paso.
Relájate o
enchúfate, mantén tu activación en el estado óptimo, ¡tu rendimiento lo
necesita!
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