“Ir juntos
es empezar, mantenerse juntos es progresar, pero trabajar juntos es triunfar.”
Henry Ford
En un contexto social y deportivo donde la
competencia es tan grande a nivel individual, la tendencia que más se repite,
es que un buen equipo puede superar
cualquier individualidad. No es suerte, ni magia, ni un buen día, es resultado
de un buen trabajo en equipo.
Sin embargo, no todos los jugadores están mentalmente
preparados y/o son conscientes de la importancia de anteponer los objetivos
colectivos a los individuales. Por eso, os propongo unas llaves para poder
mejorar y disfrutar de las ventajas del trabajo en equipo, de manera que esto
repercuta tanto en nosotros mismos como en el propio equipo.
1. Humildad: empezar
a aceptar las críticas (siempre que sean constructivas) y estar dispuesto a
mejorar con ellas.
2. Cambiar el “yo” por el “nosotros”:
priorizar los objetivos colectivos a los individuales, además de ser
solidario en tu trabajo para que los demás también puedan mejorar. El egoísmo
no tiene cabida; escuchar al otro debe ser primordial.
3.
Confianza en el otro: gánate
la confianza de tu equipo empezando a confiar tu también; esa confianza mutua
beneficiará a todos.
4.
Cooperación sí, pero
asumiendo responsabilidades: deja de
escudarte en el colectivo eludiendo tus responsabilidades. Asume tu papel y da
un paso al frente.
5.
Multiplica: empieza a aportar ideas y soluciones en lugar de
quejas, y estarás empezando a multiplicar los resultados de tu equipo.
6.
Roles definidos: conoce lo que el entrenador y tus compañeros esperan
de ti para poder ofrecer todo esto en tu mejor versión y superando sus
expectativas. Acércate al líder o capitán del equipo para que te ayude en esto.
7.
Trabaja la comunicación:
la comunicación en el equipo debe ser
siempre abierta, fluida entre todas las partes, con un espacio de confianza donde
podáis contaros todo (vestuario) y siempre en un tono positivo y constructivo.
Para aportar, no sólo es importante saber qué decir
sino cómo decirlo.
8.
Refuerza los lazos
sociales: los lazos sociales ayudan a mejorar el clima en el
vestuario y a generar simpatías. Acude a las cenas de equipo, queda con varios
compañeros a tomar un café, intervén en el grupo de whatsapp…
9.
“Ningún jugador es tan
bueno como todos juntos”: jugar en equipo siempre debe ser disfrutar, pero
sobre todo, crecer y mejorar a partir del otro.
¡Y recuerda que un buen equipo siempre suma, nunca
resta!
¡Súmate!
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