Clara, era una chica de 20 años, estudiante y amante de la
pintura que vino a la consulta con unos claros síntomas de depresión provocados,
sobre todo, por una baja autoestima, muchos complejos y un fuerte sentimiento
de inseguridad en sí misma.
Su caso, es sólo uno de los muchos que nos
encontramos a diario. Personas que en el trabajo, con los amigos, en una
relación… acaban sintiéndose inferiores a los demás. Esto, les crea una barrera
a la hora de mostrarse como son y como consecuencia les impide ser
felices.
Sirviendo de ejemplo el caso de Clara, os diré lo mismo que le hice saber a ella: la autoimagen y
la autoestima que tenemos, depende en gran medida de las experiencias que hemos
tenido previamente en nuestro entorno social, pero éstas se ven condicionadas
por cómo nos mostramos al mundo.
Es decir, que
según nos valoremos, esto influirá directamente en cómo nos verá el resto de la
gente y por ende en nuestras relaciones sociales.
Por tanto, Clara
estaba ante su obra de arte más importante, debía conseguir empezar a quererse
a sí misma. Era el momento de convencer al resto del mundo que
ella merecía ser valorada, pero para eso, ella era la primera que tenía que
creerlo.
Debía encontrar lo que realmente le hacia especial y
exprimir todo su potencial a partir de un proceso de autoconocimiento y
creatividad.
Comenzamos a buscar motivaciones en su vida que le
hicieran querer superarse y sacar punta a su mejor versión, conseguimos romper
con sus complejos ofreciéndole una nueva visión de sí misma y de todos sus
potenciales, y sobre todo, Clara dejó
apartados todos esos temores que le llevaban a actuar con inseguridad. Ahora
sí, ahora se gustaba y actuaba sin pensar en el juicio de los demás.
Curiosamente, esta nueva actitud y forma de vida que
adoptó, le ayudó a acabar la carrera, a mejorar y rehacer sus relaciones
sociales y a sentirse mucho más segura y feliz con su pareja.
Todos tenemos algo que nos hace especiales y por lo que
debemos sentirnos orgullosos. Si somos capaces de verlo y valorarnos en
consecuencia, el resto del mundo también lo hará; pero eres tú quien debe dar ese primer paso.
Por último, estés en ese punto o no, siempre es muy
recomendable querer mejorar y buscar nuevas vías en las que podamos
desarrollarnos y seguir creciendo con el fin de aspirar cada día a sentirnos
mas autorrealizados y felices.
¡MANOS A LA OBRA!
Hola Dani,,,eres mi Campeón,,,,un abrazo
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